Aceptémoslo. Si eres cristiano y músico, probablemente tienes una relación de amor y odio con la música secular. Si la música es un hobby y sirves en la alabanza de tu iglesia local, quizás tu relación con la música secular no sea increíblemente tormentosa, pero ciertamente no eres indiferente a la diferencia entre la música cristiana y la secular. Quizás escuchas una mezcla saludable de ambas corrientes musicales y nadie te pone problemas. ¿Pero qué pasa cuando eres músico de profesión, y no solo escuchas música secular, sino que también la escribes, produces, tocas y/o cantas porque de ello proviene la mayoría de tus ingresos? Si estás en ese grupo de personas, o sueñas con llegar a estarlo, sigue leyendo. A continuación vamos a hablar de algunos de los gajes, riesgos y oportunidades de ser un músico cristiano trabajando en la música secular.


Antes de seguir escribiendo, para que este artículo tenga cierto peso, déjame contarte cual es mi trabajo. Soy compositor y productor musical. He tenido la oportunidad de producir música (cristiana y secular) en Chile, México, Estados Unidos y Australia. Algunos de mis trabajos suenan actualmente en radios y TV a lo largo de Latinoamérica, y han estado en distintas listas de éxitos. He tocado en algunos de los festivales más grandes de mi país (Chile), y he tenido la oportunidad de recorrer distintas ciudades tocando guitarra y violín con distintos artistas de renombre. También soy cristiano, y sirvo en la música de mi iglesia local.

 

¿Cómo es mi vida? De lo más normal. La música para mí es un trabajo como cualquier otro. Eso sí, viene con algunos "perks" de los que vamos a hablar a continuación.

 

Ser cristiano y músico profesional en el área secular

Algunas personas en mi iglesia creen que por ser músico, vivo en un área de la sociedad llena de sexo, drogas y rocanrol. Lo cierto, es que si bien hay todo esto en mi rubro, no está muy lejos de cualquier otro. Tengo amigos contadores, ingenieros y abogados que trabajan en oficinas donde el consumo de drogas y los actos de inmoralidad sexual son pan de cada día. Y es cierto, un cristiano debe cuidar su caminar, especialmente en el rubro de la música, porque hay tentaciones, y la vida del músico suele ser un poco más pública que la de un contador. Los músicos estamos al frente de nuestras iglesias tocando un instrumento, y en algunos casos, tocamos frente a miles de personas que luego nos reconocen al bajar del escenario. Eso significa que como músicos cristianos, tenemos que cuidar nuestro actuar y preocuparnos de ser sal y luz. ¿Es difícil? A veces es muy difícil. Pero si eres cristiano, sabes que es difícil guardar tu testimonio en cualquier parte. La única diferencia, es que de este lado hay más ojos mirando.

 

Algunas personas en la iglesia no están de acuerdo con que yo escriba canciones que no sean explícitamente cristianas. Esta es una lucha curiosa y que afecta de manera muy particular a los músicos cristianos. A los arquitectos de mi iglesia no se les exige que solamente diseñen templos. ¿Por qué se nos exige que solo escribamos música para la iglesia? En este punto, hay que decir que como compositor cristiano, es difícil que yo escriba algo que no esté, al menos, impregnado de mis valores cristianos. Como compositor no escribo canciones que promueven la inmoralidad sexual, no solo porque no estoy de acuerdo con publicar contenido así, sino porque no está en mí hacerlo; no soy así. Para ponerte un ejemplo, te dejo la siguiente pregunta: ¿Cómo escribo de mi amor por las drogas, si no las consumo?

 

Por otro lado, hay que decir que como músicos, tenemos que saber que nuestro trabajo es una herramienta comunicacional poderosa. La Biblia dice bastante respecto al uso de nuestras palabras y su poder. Lo que decimos o cantamos puede dar vida o literalmente matar a una persona. Si tú escribes canciones, se consciente de esa responsabilidad.

 

La música secular: mi campo misionero

El siguiente punto que quiero tocar, no es necesariamente un gaje de ser músico, sino una reflexión que tengo respecto a los músicos que sienten un llamado a trabajar en la música secular. Nuestro medio es un campo misionero que necesita mucho más que canciones lindas e inspiracionales. He perdido la cuenta de las veces que he escuchado a chicos cristianos decir que quieren "impactar el mundo secular con sus canciones llenas de valores". No es que haya algo malo con que quieras cambiar el mundo, o que tus canciones estén llenas de valores. Al contrario. Si eres cristiano, debiera ser inherente a ti que quieras que todo el mundo conozca a Jesús (o sea, que el mundo cambie,) y que hables cosas desde tu punto de vista cristiano. Pero lamento romper tu burbuja y decirte que eso no es suficiente. Primero que todo, si piensas hacer una carrera componiendo solo canciones "uplifting" e inspiracionales, eso es, muy probablemente, comercialmente inviable por varias razones que no podemos comentar acá, porque da para un libro. Por otro lado, pareciera ser que se nos olvida que la gente con la que trabajamos también necesita conocer el evangelio. Al igual que en cualquier otro trabajo, tus compañeros también son parte de tu campo misionero. La industria de la música no está compuesta solo de estrellas. Hay productores, instrumentistas, iluminadores, ingenieros, managers, agencias de booking  y un sinfín de personas que también necesitan conocer al Jesús que transformó tu vida. Ese es tu real campo misionero. Es ahí es donde solo tú puedes llegar.

 

Nuestra identidad: Cristo

Para terminar, quisiera comentar lo siguiente. Donde esté tu tesoro, ahí estará también tu corazón (Mateo 6:21). Si tú sueñas con ser músico, quizás sea un sueño que Dios puso en tu vida. A lo mejor, lo consideras como un llamado para ti. Sea como sea, recuerda que nuestra identidad como cristianos no está puesta en lo que hacemos, sino en quien nos amó colgando de una cruz. Ser músico tiene facetas muy glamurosas y dificultades que pocos entienden. Mi único y gran consejo para ti, es que aprendas a hacer del evangelio tu verdadero tesoro. Así, hagas lo que hagas, vas a ser sal y luz donde vayas. Seas músico, abogado o lo que quieras ser.

 


Publicación originalmente por Cantemos el Evangelio.